El sábado 16 de febrero vamos a desmitificar el amor romántico y todos esos mitos que no nos dejan crecer como personas y nos hacen anclarnos a concepciones como la de la búsqueda de "la media naranja", el "sin ti no soy nada", que nos hace regodearnos en "sufrir por amor", creer que "el amor todo lo puede" y emperrarnos en sacar adelante relaciones, cuando lo único que deberíamos hacer es dejarlas pasar. En esta dinámica vamos hablar del modelo del amor romántico para comprender y desmontar sus mitos. Puede que en nuestras vivencias se vean reflejados algunos aspectos del mismo, no tienen porque verse reflejados tod@s. Incluso puede que no se vea ninguno. No pretendemos juzgar a nadie, sólo aprender colectivamente, conocernos mejor y vivir relaciones de amor más sanas.¡ todxs estais invitadxs!
Hay muchas culturas en el planeta y en cada
una de ellas varían las formas de amar. Lo que en algunos sitios está
prohibido, en otros es algo cotidiano. Hay amores basados en las luchas de poder,
otros amores son libres y están colectivizados.
En nuestra cultura occidental el amor está
constreñido, al menos en el discurso cultural hegemónico.
En la cultura se gesta el miedo a lo otro, a lo diferente; en ella se crean las
prohibiciones, los prejuicios, y las obligaciones sociales.
El amor está apresado entre mitos que
perpetúan el machismo y la desigualdad, A través del amor romántico, inoculando deseos
ajenos, el patriarcado aprovecha para controlar nuestros cuerpos, para
heterodirigir nuestro erotismo, para lograr que asumamos los limites que tiene
la feminida...
Esta nueva forma de religión colectiva ofrece paraísos para ser vividos en
solitario o en pareja, pero jamás compartidos con la comunidad. El amor
romántico es la nueva utopía emocional de la posmodernidad, porque casa
perfectamente con la filosofía neoliberal del “sálvese quien pueda”. A
medida que la realidad se va poniendo más difícil, ahora que el capitalismo
deviene en fascismo neoliberal, más gente se suma a la búsqueda de esas islas
de bienestar, ternura, cariño y amor incondicional. Las falsas promesas del
amor no desaniman a la gente a seguir anhelando la pareja perfecta, el amor
equilibrado, la felicidad intensa, la eternidad.
El problema es que detrás de
tanta belleza, el amor romántico sirve para que todo siga como está.
Nuestra cultura tiene que
abrir sus horizontes. Hace falta un cambio de modelo económico y político, y
para ello la sociedad y la cultura tienen que empezar a mostrar otras
concepciones sobre el amor, otras formas de quererse más diversas e inclusivas,
otras formas de ayudarse y tender redes de solidaridad.
Hay que
destripar roles, disolver estereotipos, y abrazar la diversidad sexual y
amorosa. Hay que liberar la mente, el coño, el corazón, el deseo y la ternura,
y dejar que el amor fluya por todos los espacios.
EXTRACTO DEL ARTÍCULO “Los mitos
románticos y la cultura amorosa occidental” de Coral Herrera
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