martes, 20 de diciembre de 2011

Manifiesto el día 25 de Noviembre

Nosotras, activistas, luchadoras, feministas, mujeres que  ocupamos los espacios de debate, resistencia y lucha para lograr un mundo más justo para todos y todas, queremos denunciar y condenar el sistema patriarcal en esta fecha simbólica en que se celebra el Día de la Violencia contra las mujeres. Este año, además, la denuncia es más enérgica pues una mujer, Avellaneda, ha sido víctima de violencia machista en nuestro municipio hace pocos días.

Hablamos mucho de la crítica al capital, de la crítica al sistema, pero muchas veces nos olvidamos de hacer lo propio con el patriarcado. Este, es una forma de organización política, económica, religiosa y social actualmente vigente, basada en el poder ejercido, tanto material como simbólico, de los hombres sobre las mujeres. El control patriarcal  no solo se da en las parejas y en las familias, sino también en las relaciones  laborales, sociales, sexuales. Es la ideología patriarcal, la que dio al asesino de Avellaneda, la legitimidad para disponer de la vida de la joven, como si fuera dueño de ella. El patriarcado, como cualquier otra ideología, ejercería un control social insuficiente de no contar con el apoyo de la fuerza, de la violencia. La violencia de género, es el arma por excelencia del patriarcado.

También creemos necesario analizar la manera en la que las estructuras patriarcales se resisten al cambio, a veces desde espacios que se suponían ya ganados o en espacios supuestamente liberados, donde el machismo es cosa del pasado o de “los otros”. El posmachismo de las sociedades avanzadas, ya no utiliza los viejos argumentos de la superioridad masculina porque éstos se han convertido en inutilizables. Su estrategia consiste ahora en cuestionar aquellas medidas dirigidas a debilitar sus privilegios tradicionales. El postmachismo se burla, desprestigia, ningunea, invisibiliza y tacha de innecesaria la teoría y luchas feministas. En el mejor de los casos, la considera una lucha de segunda categoría.

Por eso queremos pedir que el tema de género sea incluido en nuestro cotidiano como una lucha transversal, colectiva, necesaria y urgente. No queremos más muertes como la de Avellaneda. No caigamos en la trampa de separar el ámbito público del privado. La muerte de Avellaneda no es una cuestión pasional, de un tío descontrolado o una historia propia de inmigrantes. Ahora más que nunca, reivindiquemos la  importancia del viejo lema de las feministas: “lo personal es político”.

Visibilicemos la violencia machista en todas sus formas, incluso las más sutiles y luchemos todos y todas juntas para lograr una sociedad más justa y sin violencia. No hay cambio social sin una crítica integral  e interrelacionada de todas las ideologías que nos oprimen: el capitalismo, el racismo, el colonialismo, el fascismo, el patriarcado.

Colectivo “Las Lobas”

(un poema)

PAULA HEREDIA

Nombremos a todas

Nombremos a todas
asesinadas, desaparecidas,
abandonadas, golpeadas,
discriminadas, expulsadas.

Nombremos a todas
trabajadoras, desempleadas,
enfermas, sanas,
locas, no hay cuerdas.

Nombremos a todas
vivas y muertas.
Deci mi nombre, el tuyo.

Nombremos a todas
y existiremos siempre.

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