Como Enfrentar el Acoso y las Agresiones
Sexuales en Espacios Alternativos: una Propuesta de Proceso
Este documento fue desarrollado por un grupo
de trabajo durante un seminario sobre género que tuvo lugar en Escanda en
septiembre de 2003. Much@s participantes habían estado anteriormente en
situaciones en las que hubiera sido muy útil disponer de un marco colectivo de
este tipo. Por este motivo, desarrollamos este conjunto de recomendaciones a
partir de las experiencias de lo que había y no había funcionado en casos
pasados a la hora de enfrentarse de forma constructiva a situaciones de
agresión sexual en nuestros espacios. La propuesta está basada en la sugerencia
de plan de acción anti-agresiones desarrollado por gente de Acción
Anti-Fascista de Estocolmo, quienes realizaron gran parte del trabajo, por lo
que les hacemos llegar nuestro respeto y reconocimiento.
Nunca trabajaríamos con un racista, así que
¿por qué trabajar con un acosador o un violador? La lucha contra el sexismo no
es menos importante que la lucha contra el racismo u otras formas de agresión
discriminatoria. Pero el sexismo y los comportamientos sexistas se aceptan
demasiado fácilmente, también en "nuestros" espacios, y la lucha
antisexista a menudo no es una prioridad política real. Esto tiene que cambiar.
La responsabilidad de crear espacios no sexistas tiene que ser compartida por
todo el colectivo. Queremos crear un ambiente donde quienes sufran
comportamientos sexistas o agresiones sexuales se sientan con la capacidad y
fuerza de denunciarlo, y tengan la certeza de que siempre se les tomará en
serio.
Este procedimiento contra las agresiones puede
ser parte de un esfuerzo más amplio para dar prioridad a la creación de
ambientes antisexistas. La incorporación explícita y central de principios y
procedimientos claramente antisexistas en las formas en que organizamos
nuestros eventos y espacios mostraría que nos tomamos en serio la lucha contra
comportamientos sexistas y agresiones sexuales. También permitiría continuar
con otras tareas importantes mientras nos enfrentamos a estos incidentes, y
reduciría en gran medida la confusión, los miedos y la rabia que siempre se dan
cuando se hacen públicos los casos de agresión sexual o violación. Esto haría
nuestros espacios más abiertos y seguros.
Hemos decidido utilizar casi siempre un
lenguaje neutral en cuanto a género en esta propuesta, pues cualquiera puede
ser víctima de una agresión sexual. Sin embargo, también somos plenamente
conscientes de que la inmensa mayoría de las víctimas de estas agresiones son
mujeres, y que una mayoría aún mayor de agresores son hombres.
Nuestor objetivo con esta propuesta es
encontrar modos de enfrentarse al acoso o la agresión sexual y a la violación
en todos nuestros espacios. No obstante, las condiciones para llevar a cabo el
proceso serán diferentes si se trata de un caso local, donde la gente se conoce
y hay tiempo para afrontar los problemas sin prisas, o cuando ocurre en un
evento multitudinario que dura apenas algunos días. Por tanto, es necesario
adaptar esta propuesta a las distintas circunstancias.
En grandes reuniones o encuentros, es buena
idea que se designe desde el principio a una persona o grupo al que cualquiera
pueda acudir si siente comportamientos sexistas o es víctima de una agresión
sexual o violación. La responsabilidad de ésta persona o grupo sería poner el
proceso en marcha lo antes posible y mantener informado al plenario, para
reducir los cotilleos y malentendidos (algo especialmente importante debido a
la vulnerabilidad emocional generada por estas situaciones). Reconocemos la
importancia de tener un proceso abierto y transparente para que los conflictos
relacionados con el género no se resuelvan a puerta cerrada, como se ha hecho
tantas veces. No obtante, también debemos respetar la privacidad y la
confidencialidad de la víctima, por lo que es importante encontrar un
equilibrio entre estos dos objetivos.
Esta propuesta es una colección de
herramientas, no un dogma, hay muchas formas de enfrentarse a las agresiones
sexuales y las violaciones que deberían ser exploradas, también fuera de
nuestros espacios. No hay un proceso perfecto para enfrentarse a estos temas:
cada manera de hacerlo será una negociación entre ideas importantes como es la
justicia, la autonomía, o la confianza. Este es el equilibrio que proponemos,
basado en los siguientes principios:
a) La víctima siempre define qué cuenta para
ella o él como acoso o agresión sexual o como violación, y el grupo siempre le
debe de creer.
b) La mayoría de la gente puede cambiar sus
actitudes y comportamientos sexistas, por lo que la exclusión inmediata y final
no es la solución perfecta. El objetivo debería ser la reintegración y la
rehabilitación del agresor en nuestros espacios.
c) Poc@s de nosotr@s tenemos las capacidades
necesarias para dar las atenciones que precisa una víctima de violación ni para
rehabilitar a un violador. En estos casos es mejor acudir a profesionales. Por
tanto, las recomendaciones que siguen no se refieren a situaciones en que se ha
utilizado violencia extrema, sino a casos menos traumáticos de acoso o agresión
sexual, que son desafortunadamente una realidad casi cotidiana también en
nuestros espacios.
Sobre esta base, estos son los pasos que
podemos dar sin implicar a las autoridades estatales:
1) Cuando alguien dé a conocer una agresión o
una situación de acoso, o cuando comienza a haber rumores sobre algún caso,
deberían formarse lo antes posible dos grupo para tratar el caso: el grupo de
apoyo a la víctima, y el grupo de contacto con el/la agresor/a. Mientras estos
grupos no se hayan formado, el/la agresor/a no será bienvenido a las
actividades o espacios donde se haya producido el incidente.
2) Si la víctima está de acuerdo, se debería
convocar lo antes posible una asamblea, para informar sobre la situación y
formar los grupos. Si no hay asamblea, se deben formar los grupos de manera
informal.
3) La función de uno de los grupos será hablar
con la víctima. Este grupo debería estar formado por gente de confianza de la
víctima confía, que le sean cercanas. Los objetivos serán:
a) escuchar todo lo que quiera expresar,
b) darle apoyo, y
c) ver qué opinión tiene sobre la forma de
llevar a cabo el proceso, y si tiene alguna sugerencia al respecto.
4) La función del otro grupo será hablar con
el/la agresor/a. Sería positivo que las personas de dicho grupo le conozcan y
tengan su confianza, pero que sean capaces de criticarle y enfrentarse a sus
actos. Los objetivos de este grupo serían:
a) escuchar su versión,
b) hacer llegar esta versión a la víctima, y
c) pedir al agresor una reflexión, que intente
ponerse en el lugar de la víctima para comprender cómo se siente y por qué.
Es importante recordar que es difícil admitir
públicamente un acto de agresión o acoso sexual, por lo que es necesario un
cierto grado de confidencialidad para que el/la agresor/a pueda confrontar sus
actos. No obstante, para limitar los rumores es importante que
posteriormente haya un flujo de información hacia el grupo, una vez que el caso
se haya resuelto.
5) El grupo de apoyo a la víctima y el grupo
de contacto con el/la agresor/a (y la víctima si quiere participar)
desarrollarán una línea de trabajo a seguir con el agresor, decidiendo sobre
cuestiones como: ¿Debería el/la agresor/a ser excluido/a totalmente? ¿Podría
seguir presente en contextos y espacios donde la víctima no tenga ningún
contacto con él/ella? ¿Podría el/la agresor/a ser readmitido/a si está
dispuesto/a a admitir su problema y trabajar en su resolución? El motivo de
todo esto es crear una base para que el agresor entienda qué ha ocurrido - a
menos que se trate de un caso de violación o de sexismo agresivo y consciente,
en cuyo caso no hay nada que entender - y el objetivo es que no repita nunca
ese tipo de comportamientos. Durante el proceso, el grupo de apoyo debe estar
en contacto permanente con la víctima para contarle qué ocurre y ver cómo se
siente. Cuando el problema se saca a la luz, el dolor puede regresar, y tal vez
la víctima necesite aún más apoyo que al principio. El objetivo es ayudar a la
víctima a expresar en palabras lo ocurrido y reforzar su autoestima.
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